Caminando por el valle

Caminando por el valle

Visitando el Valle de Ranquil

Fecha de publicación: 05-Oct-2023

Fecha del viaje: 16-Sep-2023

Araucanía

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#Primavera

# Caminata

Visitamos el hermoso valle de Ranquil en primavera, luego de una hermosa nevada. Este valle es la puerta de acceso a muchos otros atractivos, tan bellos como poco conocidos.

- Inicio del relato -

No es ningún misterio que en la zona norte de la Araucanía Andina las miradas se las lleva principalmente la Reserva Nacional Nalcas-Malalcahuello y Corralco, unos de los centros de ski de moda del sur de chile (con justa razón, aunque esto sea materia de otra publicación). Esto ha conllevado que el poblado de Malalcahuello, al costado de la ruta internacional 181 (Paso Pino Hachado) haya experimentado un gran crecimiento en los últimos 10 años, con variada oferta turística y gastronómica, para todos los gustos y precios. Una situación parecida ha experimentado Curacautín, aunque en menor escala. Sin embargo, ha quedado algo rezagada del inconsciente colectivo la localidad Cordillerana de Lonquimay, quizás por su extremo clima, o quizás bajo el pretexto de su lejanía (discutible, entre Malalcahuello y Lonquimay solo hay media hora de camino por una ruta totalmente pavimentada y en buenas condiciones). En fin, dejando de lado excusas, son muchos los atractivos naturales de esta localidad. Hoy nos convoca el Valle de Ranquil.

Voy a ser sincero, el objetivo fue siempre llegar al aún más interior Valle de Pulul, lugar de veranadas y hermosa explanada interior de la Araucanía Andina. Lamentablemente, al ser la primera vez que intentábamos llegar, la nieve y nuestro poco equipamiento especializado para lidiar con ella (básicamente raquetas) nos impidió llegar al destino final. Aún así, terminó siendo un viaje en auto al interior de uno de los valles más bellos de la zona (Sí, hay más), que creo vale la pena contar. Por cliché, manoseado y poco original que suene, muchas veces la ruta puede ser tanto o más interesante que el destino.

La bifurcación que lleva al Valle de Pulul desde Ranquil está aproximadamente a 55 kms saliendo desde lonquimay. Una ruta que pasa por una laguna, que bordea el Bío Bío en su serpenteo andino, pasa por bosques de cipreses, por mesetas, suaves valles, sinuosos caminos y zonas algo escarpadas hasta llegar al valle de Ranquil, donde las araucarias se comienzan a hacer presentes en la medida que uno se adentra.

Los primeros 15 kms transcurren por camino pavimentado, en muy buen estado y sin mayor desnivel. Se debe salir de Lonquimay por la ruta R-791, la que, 2 kms saliendo del pueblo pasa por la Laguna San Pedro. Quizás lo que más me gustó de los primeros kilómetros sea su gran parecido a algunos paisajes magallánicos, por la vegetación baja, el viento, las mesetas y la poca densidad poblacional.

Una vez el pavimento termina (siempre una mala noticia, de acá en adelante no hay más pavimento), la misma ruta R-791 se comienza a acercar al río Bío Bío y continúan paralelos varios kilómetros. En algunas zonas el río va a escasos metros del camino, y en otras se encajona a unos, quizás, 50 m de precipicio. Aproximadamente en el kilómetro 28 finalmente se cruza el río Bío Bío en un bonito puente nuevo en el Paso Paz, al costado del ya inutilizado puente antiguo. Recomiendo desde el puente tomar unos minutos para mirar los bosques de ciprés cordillerano que comienzan a aparecer en las laderas del cerro, siempre un espectáculo. De acá en adelante el paisaje cambia.

Cipreses en el Paso Paz

Cipreses en el Paso Paz

El camino comienza de a poco a separarse del río para entrar en valles de geografía menos violenta, y donde se ve más actividad humana. Aproximadamente en el kilómetro 33 existe una bifurcación, con un cartel turístico que indica distintos destinos y kilometrajes: se puede seguir por la ruta R-791, o tomar el desvío por la ruta R-793. Nosotros seguimos por la 791, durante 2 kilómetros más, donde una nueva bifurcación se revela: acá sí dejamos la 791 y tomamos la ruta R-797, en una punta de diamante en subida con una curvatura muy cerrada.

La ruta 797 comienza a internarse de lleno en el valle de Ranquil, y se vislumbran fértiles praderas entre los cordones montañosos que forman el valle. En el kilómetro 38 aparece un nuevo cruce de caminos con un paradero de transporte público. Es en este cruce donde la ruta R-793 que descartamos en el kilómetro 33 se vuelve a unir al camino. Ambas opciones sirven, al parecer la ruta R-793 agarra más altura en su trayecto hasta este punto, y es de un paisaje más de meseta que de valle.

Vista de los Valles al inicio de Ranquil

Vista de los Valles al inicio de Ranquil

Como spin off del relato, en el paradero de este cruce de caminos se encontraba una señora esperando la ambulancia de la posta para ir a control rutinario de salud. Dadas las condiciones del clima, que estaba en el límite entre la lluvia y la nevada, la llevamos algunos kilómetros hasta su destino, donde nos aprovecho de contar que Ranquil es un valle principalmente ganadero para consumo propio, ya que el clima extremo impide el desarrollo de la agricultura a mayor escala, que es una zona con plaga de liebres, y que viene gente de otras regiones a cazarlas, pero que la comunidad sólo les permite hacerlo con lazos, y retirándolos todos una vez que se retiran con el botín (hasta 100 conejos en una noche por grupo). También nos recomendó no llegar a Pulul, ya que creía que la nieve lo hacía riesgoso, y mucha razón tenía. Todas estas cosas no podríamos saberlas si no la hubiésemos llevado. Quien más sabe del lugar que uno visita, siempre, es la gente que lo habita, valiosísima fuente de información y conocimientos.

Seguimos… dejamos a nuestra pasajera en la posta (kilómetro 41 desde Lonquimay) y continuamos. Poco a poco la nieve se comienza a hacer presente en el camino al igual que las siempre bellas araucarias en las cornisas de los cerros. Durante algunos kilómetros es poca nieve y no fue necesario utilizar la tracción 4H del auto hasta aproximadamente el kilómetro 50. El camino bordea el río Ranquil, el que se acerca y se aleja varias veces en el trayecto. Al otro lado del río se ven algunas casas y pequeñas comunidades con sus animales.

Casas a las orillas del Río Ranquil

Casas a las orillas del Río Ranquil

Ya a pocos kilómetros antes de llegar, dos lugareños nos indican que queda poco para el desvío hacia Pulul, pero nos vuelven a reafirmar que llegar en esta época probablemente no sea una buena idea, y que si durante la tarde no nos ven pasar en al auto darían aviso a Carabineros por radio (siempre se agradece la preocupación). Seguimos avanzando con más nieve en el camino y se ve al fondo el que suponemos debió haber sido el cerro Dedos, cubierto de nieve, con araucarias en sus laderas, iluminándose de tanto en tanto con los claros que las nubes y la nieve van dejando. A ambos lados se ven las araucarias blancas, con la nieve recién caida encima. Un paisaje de ensueño. Finalmente, en el kilómetro 55 aproximadamente está el desvío que lleva a Pulul, cubierto de nieve, y 200 metros más allá, un puesto de avanzada de Carabineros, sin personal durante la temporada de invierno según nos comentaron.

Descartamos ir a Pulul por la cantidad de nieve acumulada, por el clima inestable y nuestra poca experiencia y equipamiento para montaña. Un riesgo que claramente no convenía tomar. Seguimos avanzando aproximadamente un kilómetro por la R-797, hasta la última casa que se divisaba en las proximidades, detuvimos el auto, sacamos las fotos del valle completamente de blanco, volamos el dron para apreciar el espectáculo desde el aire, nos dimos media vuelta y emprendimos regreso, por exactamente el mismo camino que llegamos. No sé cuándo será el momento de regresar a este lugar, pero después de lo visto espero que sea más temprano que tarde, y esta vez sí poder llegar a Pulul.

Fin del camino, al menos para nosotros.

Fin del camino, al menos para nosotros.

- Fin del relato -

Información útil

El valle de Ranquil es puerta de acceso a muchos otros atractivos, tan bellos como poco conocidos. Las lagunas del cajón del Mañoso, Valle del Río Pulul, Laguna Mariñanqui, Termas Baños de Coyuco, Cerro Dedos, Termas Baños de Pelehue, son algunos de los bellos lugares que desde el hermoso valle de Ranquil se pueden acceder. Para quien quiera ir, recomiendo primero informarse en páginas técnicas (AndesHandbook, Wikiexplora), planificar teniendo en cuenta el clima (el acceso a Ranquil en invierno no es difícil, el camino es bueno, pero las termas y lagunas nombradas están a más altura geográfica, y por tanto conllevan mayores riesgos), y sobre todo, hablar con gente local, quienes, inevitablemente, son los que más saben de su tierra, tanto de sus tesoros como de sus peligros. Además, considerar guías o emprendimientos turísticos locales puede ser una excelente opción.

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